La familia ha tomado conciencia del problema, pero el adicto, aunque en algunos momentos manifiesta su voluntad de cambio, no logra mantener la abstinencia. Estos son momentos clave en los que la familia puede provocar que se produzcan cambios siempre que tengan el acompañamiento profesional adecuado y ésta es nuestra especialidad.

Cuando el adicto entra en tratamiento se produce un cambio muy importante en su conducta, suele adquirir autosuficiencia y empieza un lento pero constante proceso de desarrollo como persona, al que la familia no está habituada. El hecho que la familia se involucre en el tratamiento, acudiendo a las terapias familiares i siguiendo las pautas de relación con el paciente, es un factor que augmenta notablemente el pronóstico de éxito de este, ayuda al paciente a acelerar su desarrollo personal i libra a la propia familia del sufrimiento que han estado soportando durante tanto tiempo.

Igual que la persona adicta debe aprender nuevamente a relacionarse con su entorno de forma más responsable y madura, la familia debe aprender también a reconstruir la relación que durante años ha establecido con el enfermo, de esta manera favorecerá el proceso de recuperación, tanto del enfermo como del propio sistema familiar. Es importante tener apoyo experto en todo este proceso y ésta es la parte en la que en Actúa Psicoterapia marcaremos la diferencia.